martes, 30 de enero de 2018

EPIFANÍAS

Miguel Ángel  tomó el bus para su casa, una vez más malhumorado e indeciso. Llevaba unos dos años esperando a que Camila regresara con él. Miró por la ventana buscando dejarle sus problemas al cúmulo de edificios que iluminaban la ciudad, mientras el ruido de las puertas automáticas se abría en una parada sin importancia; un muchacho de buzo rojo y con la capucha puesta se sentó a su lado.

Un par de paradas después, el muchacho del buzo rojo puso su mano en el hombro de Miguel  Ángel y le dijo <<Ya es hora de dejarla ir>>, luego salió del bus y se  perdió entre la gente. Miguel Ángel llegó a su casa y, guiándose por el impulso místico de aquella señal del destino llevada a él por un desconocido, decidió escribirle a Camila un mensaje definitivo de despedida y la bloqueó de todas sus redes sociales.


Al día siguiente el muchacho del buzo rojo abordó el bus en una estación cercana al centro y se acomodó en un puesto al lado de un viejo: <<Ya es hora de dejarla ir>>, le dijo y descendió en la siguiente parada.

domingo, 21 de enero de 2018

…FAITHLESS

Ayer es una palabra utópica.

La magia que encontré en el mundo se ve con una bruma de incienso negro, un espectáculo falso: la magia del mundo es una mentira. La luna es un pedazo de icopor corroído que adornó alguna vez la maqueta de un niño tonto, se pavonea con una fingida grandeza por el cielo, ante los ojos humanos porque el resto de astros no la toman en serio.

El sol es una estrella olvidada de cine, que necesitan los viejos y los optimistas para disfrazar de dorado sus días en obra negra; la lluvia deja de ser un milagro para causar tragedias por ser saliva del diablo. Los árboles son cegadores espectros de monstruos petrificados.


El poeta cambió su lápiz por una navaja, la tinta no satisface su deseo de sangre; los escritos que le sirvieron para ganarse un mérito, hoy son menos valiosos que él. La vida es un film de bajo presupuesto con un guión improvisado que no tiene otro sitio que el anaquel de un perdedor.